jueves, 16 de febrero de 2012

Punzonado: mecánico vs hidraúlico

Una punzonadora mecánica clásica usa un motor eléctrico para hacer girar permanentemente el volante que transmitirá su torque al cabezal de punzonado mediante un sistema de freno/embrague que puede ser controlado por aire o preferentemente por una pequeña unidad hidráulica. Un ejemplo de esta es la Amada Pega 244, que cuenta con un motor de 5.5kW para la prensa y otro de 2.2kW para la unidad hidráulica.
Las punzonadoras hidráulicas tienen un gran depósito de aceite con un potente motor y servoválvulas que controlan la posición del martillo así como un transductor (LVDT) para conocer la posición del martillo en todo momento.
Las mecánicas realizan el movimiento completo del martillo desde el punto muerto superior hasta el inferior a una velocidad reducida (Pega 244 a 350 golpes x minuto), entrando el punzón todo el recorrido en la matríz. Algunas punzonadoras hidráulicas (Trumph, Finn Power) logran ejecutar mas de 1000 golpes por minuto si todas las condiciones (chapa, utillaje, programación, ajustes de máquina) son óptimas. Estas permiten ajustar la penetración del punzón en la matríz, así como el recorrido hacia arriba que permita que se libere la chapa sin tener que subir al punto muerto superior. También permiten ajustar electrónicamente la altura de las embuticiones que en las mecánicas se logra ajustando a mano la herramienta.
Ventajas y desventajas:
Las mecánicas necesitan menos mantenimiento y consumen menos corriente. Al hacer todo el recorrido completo aseguran la extracción del retal y tienen menos averías. Por contra son mas lentas.
Las hidráulicas tienen mayor velocidad de punzonado y menor penetración (desgaste) de la herramienta, pero tienen mayores gastos de mantenimiento (cambio de aceite y filtros anual/semestral), averías mas costosas (servoválvulas extremadamente caras). Tienen un sistema de control electrónico complejo.
Conclusión: a pesar de que las punzonadoras hidráulicas ofrecen mas golpes x minuto que las mecánicas, en ocasiones no compensan el alto precio que se paga por ello. Es muy común ver una punzonadora hidráulica que no trabaja a la velocidad que dice el fabricante, debido a que el operario reduce la velocidad para evitar posibles enganches de la chapa, ya sea por herramientas o chapa en mal estado, por mal ajuste de la bajada del punzón que provoca que el retal suba absorbido por el punzón, o que la posición de subida esté mal ajustada y provoque  que una embutición choque contra la herramienta o que el recorrido de la pieza programado no sea el más óptimo. También hay que tener en cuenta el tiempo de máquina perdido por averías y mantenimientos.